Puntero, roncón y soplete cambian de color al ritmo de las canciones. «Quería darle una innovación estética al instrumento», resumeEl músico estrenará en Madrid este jueves su llamativo instrumento luminoso.
El gaitero Bras Rodrigo (Perlora, 1978) llevaba tres años con ello en la cabeza: someter a la gaita, el instrumento tradicional asturiano más representativo, a una innovación estética. Para ello se le ocurrió utilizar las nuevas tecnologías sin dejar de lado su carácter ancestral. Y decidió sustituir la madera de puntero, soplete y roncón por metacrilato, instalándole luces led y un pequeño ordenador que va oculto en el vestido del fuelle. «En directo da la sensación de que el gaitero toca en el aire sobre una especie de láser de luz», describe el ideólogo. «Como de construcción de gaitas yo no sé nada, hablé con Miguel Alonso, el luthier con el que trabajo, de Colunga, y nos pusimos a trabajar en ello», rememora. Tras un año de trabajo y patentar el invento -la gaita led, la han llamado- la estrenará en público este jueves en Madrid, a las 20.30 horas, en la sala Clamores, donde ofrecerá su espectáculo. El sábado podrá verse de nuevo en el Teatro Llar de Corvera, en un concierto benéfico. «El dinero será para la investigación contra la distrofia muscular», comenta sobre un concierto en el que participarán nueve músicos y para el que anuncia varias sorpresas.
¿Y cuanto cuesta la gaita led? Pues cuenta Bras Rodrigo que, solo en materiales, se gastaron unos mil euros, pero que «su valor es incalculable por los meses de trabajo que le ha dedicado el luthier. Le agradezco que me haya ayudado, porque era un reto hacerla y lo hemos conseguido. Tan solo les falta dar un último paso: «De momento funciona enchufada, pero la intención es que en el desarrollo de la misma se pueda tocar de forma autónoma, con una batería que permita tocar durante al menos 20 minutos sin estar conectado por un cable a la red eléctrica. Y por eso han desarrollado también una aplicación que permite modificar la intensidad y el color de las luces desde fuera del escenario. Eso si se quiere, porque el pequeño cerebro oculto de la gaita hace que, de forma independiente, las luces suban y bajen de intensidad en función del volumen de la música, y que el color cambie a lo largo de todo el espectro -rojo, naranja, amarillo, verde, azul…- según evoluciona la melodía. Reconoce que tenía en mente a la hora de afrontar esta innovación el arpa láser que utilizó en su día Jean Michel Jarre y la gaita electrónica de José Ángel Hevia. «Aquello fue un paso adelante, pero yo buscaba la innovación estética más que la técnica, que hasta ahora se limitaba al colorido de los flecos y el material del que se hiciesen los roncones».
Para estrenar la gaita led, una vez estuvo terminada, Bras Rodrigo tocó el ‘Asturias patria querida’ y la primera canción que se podrá escuchar en Madrid en público será ‘Belenia’, dentro de un espectáculo que ha bautizado como ‘Gaita led’. «No podía ser de otra forma», reconoce. Todo temas propios del repertorio habitual y algún avance del disco que sacará en 2020, como las canciones ‘La princesa de Britonia’ y ‘Mons Medullius’, que coge el título del escenario de la última escaramuza entre astures y los romanos, dice la leyenda que cerca de Quirós. Cuenta la historia que aquellos celtas comieron, bebieron y se suicidaron de forma colectiva comiendo bayas de tejo al ver que no tenían nada que hacer en la batalla.
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