Tonada china con fuelle asturiano

El director de la Banda de Gaites de Corvera, Bras Rodrigo, en una calle de Avilés.

Músicos de las orquestas de Shanghái y Singapur tocan en el último disco de la Banda de Gaites de Corvera.


Los intérpretes asiáticos «podrían ser rapaces de Tiñana o de Campu Casu», dice el director de la agrupación corverana.

La gaita ha sido siempre cosmopolita. Durante siglos, cientos de gaiteros recorrieron los caminos del mundo siguiendo el paso de los peregrinos, los mercaderes y los emigrantes. La memoria de estos músicos errantes ha quedado grabada en la piedra de las catedrales o en los lienzos de pintores como Brueghel el Viejo o El Bosco. Asturias no ha sido una excepción a este destino viajero de su instrumento más popular. En la época contemporánea, Ramón García Tuero, el Gaitero de Lliberdón, llevó su música a la Exposición Universal de París de 1889, para publicitar la sidra El Hórreo de Colunga. Después, cruzaría el Atlántico para tocar en Buenos Aires.

A lo largo del siglo XX, iban a seguir los pasos de García Tuero otros muchos gaiteros asturianos hacia los principales destinos de la emigración de esta tierra. Entre ellos, destacó José Antonio García Suárez, el Gaiteru de Veriña, que acompañó al cantador José Noriega en múltiples singladuras por el continente americano y también, ya en la década de los sesenta y los setenta, por las principales capitales asturianas de la Europa próspera: Bruselas, Lieja, Ginebra, París, Munich…

En la cresta final del cambio de milenio, un gaitero de Villaviciosa, José Ángel Hevia, superó a todos sus antiguos maestros en cosmopolitismo. Su primer trabajo discográfico y el tema ‘Busindre Reel’ dieron la vuelta al mundo, vendiendo más de un millón de copias y escalando las listas de éxitos de países como Italia o Japón. Unos años antes, bandas de folk asturianas como Llan de Cubel o Felpeyu ya habían traspasado las fronteras del país para dar a conocer nuestra música tradicional por Bretaña, Irlanda, Escocia, América del Norte o Australia.

Hace apenas un par de años, la Banda de Gaites de Corvera, dirigida por Bras Rodrigo, hacía sonar sus punteros y roncones frente a la Muralla China. Eran el primer conjunto de música asturiana que llegaba hasta esos confines. Fruto de ese viaje, es uno de los temas que suenan en su último disco y que le da título, ‘Mólihua’ (Flor de Jazmín), interpretado por los gaiteros corveranos con dos músicos chinos: Lin Gao, integrante de la Orquesta Nacional de Singapur, y el cantante Zi Wen Chen, de la Orquesta del Conservatorio de Shanghái.

El director de la banda explica los orígenes de esta colaboración con sus colegas chinos como una feliz sucesión de casualidades: «Una de las organizadoras del Festival de Shanghái a la que conocimos en Nueva York desfilando el Día de San Patricio estaba interesada en llevar a China música tradicional del estado que no fuese flamenco o lo típico que se supone de España. Le mandé uno de nuestros vídeos y le encantó. Así fue como acabamos tocando frente a la Gran Muralla». En ese festival coincidieron con el cantante Zi Wen Chen, a quien Rodrigo define como «un rapaz que bien podía interpretar tonada y ser de Tiñana o de Campu Casu» y Lin Gao, solista del erhu -una especie de rabel o bandurria-, casada con uno de los responsables del Centro Asturiano de Singapur. La Banda de Corvera interpretó ‘Mólihua’ en aquel evento. Tiempo después, les llegaban por internet los audios con los que estos dos artistas chinos querían colaborar en la grabación del tema para su segundo disco.

En Spotify se puede escuchar el disco o descargarlo en la página de la Banda de Gaites de Corvera. Rodrigo comenta la propuesta de Lin Gao para que los asturianos graben en un futuro un trabajo con la orquesta de Singapur, una posibilidad que no descarta. Entre los planes de la banda corverana para seguir llevando la música asturiana más allá de sus fronteras está el festival en el que participarán en setiembre en París para tocar en los Campos Elíseos, al pie de la Torre Eiffel.

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